Siento que mi misión como terapeuta es compartir mis herramientas para una vida más en armonía entre el cuerpo físico y emocional. Dejar que la vida se manifieste un día a la vez. Con una rutina que sea verdadera a mi ser.
El masaje ha estado presente en mi vida desde muy pequeña, a los ocho – nueve años, cuando observaba mi padre y más tarde cuando practicaba dando masajes a los familiares y amigos.
Hoy, con la experiencia adquirida en Japón, Inglaterra, Brasil y España y con la contínua busqueda por conocimiento y aprendizage, busco traer relajación física y crear espacio para la conexión entre cuerpo y mente a quienes acceden a mis consultas. Creo, cada día nuestro cuerpo intenta comunicarse con nosotros de varias formas, y muchas veces es ignorado por factores externos de nuestra vida cotidiana, condicionada por el “tener”’ más que por el “ser”.
Me siento afortunada por haber tenido una infancia rodeada de naturaleza y de la simplicidad del campo.
Mis padres eran hijos de inmigrantes y campesinos en pequeños pueblos en el interior de los estados de São paulo y Minas gerais, donde la vida sigue siendo muy tranquila y granjera.
El contacto directo que tuve en mi infancia, donde cogía mangos directo del árbol y jugaba con los animales por el campo, ha sido fundamental en mi desarrollo como persona y por esta razón me he apasionado por la Ayurveda, con sus raíces directamente relacionadas con todo lo que esta presente en nuestro universo.
La vida para mi es una constante evolución, cambio y desarrollo. Cada día sigo aprendiendo y creciendo desde dentro hacia afuera. La Ayurveda me proporciona herramientas para despertar mi propia inteligencia guardada en mi ser mas profundo, permitiéndome estar mas presente en mis elecciones y en mi camino, que es único para mí, así como es de derecho para todas las personas.