En sincronia con las estaciones del año – El Verano

Verano es sin duda una estación muy potente, no hace falta discutir mucho, el calor, el fuego tienen una fuerza tremenda. Es lo que hace el mundo girar, lo que da el impulso. El fuego, es el señor de esta energía capaz de hacer que todo se transforme.
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Domando el Fuego

Este año vamos ver un verano muy muy distinto del usual. Así que, vamos dejar que se manifieste como debe ser. Seamos espectadores, observemos el comportamiento de esta estación.

Verano es sin duda una estación muy potente, no hace falta discutir mucho, el calor, el fuego tienen una fuerza tremenda. Es lo que hace el mundo girar, lo que da el impulso. El fuego, es el señor de esta energía capaz de hacer que todo se transforme.

¿Qué debo observar durante el verano, desde finales de primavera?

  • Me irrito a menudo.
  • ¿Estoy más intolerante con las pequeñas cosas del día a día?
  • No tengo mucha paciencia.
  • En algunos casos respondo con gritos.
  • Siento un incremento de la rabia – 
  • Percibo: Disturbios gástricos (reflujo, gastritis o quemazón), Problemas de piel (rosácea, piel demasiado caliente o me pongo rojiza fácilmente).

Para a quienes que les afecten el calor fuerte del verano, y hayan podido identificar algunos trazos mencionados arriba, les digo que no están solos. Para nosotros, que tenemos en nuestras características genéticas este potente elemento y que nos sirve de gran impulsión hacia la vida, muchas veces viene en exceso, que al final nos quemamos por no saber muy bien como manejarlo. Por eso debemos detenernos y calmarnos frente a este fuego de llamas intensas, quietos  observándolo.

El verano puede ser una oportunidad preciosa, como una gran escuela, donde logramos muchísimos aprendizajes. Conseguimos percibir mejor nuestro entorno, a través del aprendizaje de la observación y de la escucha. 

¿Cómo puedo controlarlo a través de algunas adaptaciones en mi estilo de vida?

Dentro de lo posible, podemos seguir algunos pasos sencillos para tener un verano fresco y suave.

Nos resulta fácil tener en mente lo que es la fuerza del fuego en la naturaleza. Pensemos en los volcanes, imaginemos mucha fricción en altísima actividad, creando una energía tan punzante cuyo resultado final es explotarse, o sea, la erupción.

Todos los cambios que se manifiestan en la naturaleza, necesitan disponer de energía. Así como, la energía encontrada en la digestión y metabolización de los alimentos, en los cambios hormonales, en nuestra sangre. Es la energía responsable por transformar pensamientos en acciones o emociones, con la interpretación que viene a través de la transformación, somos capazes de percibir la realidad.

Para nosotros que tenemos acentuada las características del elemento fuego en nuestra genética, somos mucho más susceptibles de sufrir sus duras consecuencias.

Un volcán  entra en erupción por no poder contener su altísima fricción en un espacio limitado. Igualmente, son limitados los números de vulcanos en nuestro planeta. Lo que quiero decir es que, aunque sea difícil contener el exceso de fuego en uno mismo, lo podemos lograr. Creando espacios para que este fuego exista de una manera saludable, re direccionándolo a campos que necesiten energía para manifestar la creación y la transformación.

Por esta razón, escribo este texto. Ya empezamos a sentir el aumento de temperaturas. Antes que el verano se instale por completo, tenemos todavía tiempo para hacer algunas adaptaciones en nuestro día a día. Aprovechemos este momento muy propicio para cambios. Puesto de una manera muy sencilla, pero igualmente no he necesario complicar. ¿Si añado fuego al fuego, seguro que este se va intensificar, verdad? Estamos en el camino correcto.

La palabra llave es – ‘Keep Cool’ o manténgase fresco. Por fuera y dentro.

Tener eso en mente nos ayudará en este proceso que  estamos empezando, lo de parar, calmar y observar.

Con toda la certeza, queda siempre mucho más sencillo hablar que hacer. Pues, aqui hablo desde un punto donde vivo constantemente. El fuego es intenso, pues sí lo es, requiere mucho esfuerzo en manejarlo , aun así, es posible. La creatividad puede ser  una grande aliada.

El ejercicio de visualización tiene un gran poder donde el cuerpo y mente reciben los impulsos como se fueran realidad. A pesar de que muchas veces lo hacemos proyectando algo negativo, que nos hace sentir miedo y preocupación. Con el tiempo vamos aprendiendo a observar los pensamientos e sobretodo cómo y dónde sentimos  su reflejo. Todo lo que pasa por una interpretación, tendrá una reacción en alguna parte del cuerpo.

Sin embargo, podemos utilizar siempre de nuestra imaginación y llevar nuestra mente donde desearnos. Regalando a nosotros mismos sensaciones de paz y tranquilidad. Estemos donde estemos.

Vuelve tu mente a la tranquilidad, hazte una pausa de unos 5 minutos – deja tu mente llevarte – siéntete estar medio a un bosque o que entras en el mar. Concéntrate en tu respiración, que es profunda e espaciada.

Hay determinados alimentos y bebidas que tienen tendencia a aumentar ese fuego más allá de lo necesario, pero que tiene que ser liberado por algún lado.

 ¿Que debo evitar?

  • Picantes – ninguno, cero, nothing.
  • Estar bajo al sol, principalmente entre las horas de 11 a 16.
  • Comer cosas cocinadas bajo mucho calor o calor intenso – frituras (perdón por el pescadito frito en la terraza, tendrá que esperar hasta que pase el verano o salvo algún día puntual en una tarde fresquita cerca del mar), horneados, brasa y barbacoas.

 

Ai paciencia. Pues sí, mucha. Pero vale la pena, hablo desde mi experiencia y mi corazón. Se puede. Sin embargo, la naturaleza nos facilita con sus deliciosas hojas y jugosos frutos. Sin mencionar, la gran bendición del agua.

 

  • Tomar bebidas estimulantes, como el café o el chocolate. En verano la verdad es que no los necesitamos, ya tenemos toda la energía del sol.
  • Es importante mencionar que la lista real es un bastante más extensa. Sin embargo he compartido un numero de medidas para que tengáis un punto de partida, conociendo algunos de los hábitos que puedan afectar más que otros, debido a su intensidad.

Cuanto más observemos el mundo al nuestro alrededor, más agradable será la rutina diaria, con el bienestar más presente en nuestra vida.

Veremos una lista de cosas que debo favorecer  para asistirme durante la estación del poder. A partir de ahora, puedo empezar a observar como son mis comidas y lo que bebo, cuando y de qué manera os hago.

  • Hidratarme – agua natural (tomar helado tiene efectos dañosos en la salud a largo plazo) – añadiendo frescor – de la menta (no demasiado por su naturaleza excitante), pepino (cuidado, pues se estropea muy fácil, hay que hacer y tomar al momento). Lo ideal es solamente el agua pura! (además mantiene mis discos vertebrales siempre bien hidratados).
  • Muchas hojas verdes y amargas (son hepato-protectoras de las acciones del hígado y sus altas temperaturas – como un transformador de alta voltaje)
  • Texturas cremosas para combatir la sequedad del fuego, como el avocado o el aceite de coco o de girasol.
  • Frutas dulces y jugosas – dátiles, mango, papaya, fresas o chirimoyas.
  • El hinojo tiene un gran efecto calmante de una manera suave, hazte una infusión por la tarde – deja llegar a una temperatura ambiente y la tomas a sorbitos. Prestando atención a su olor y a las matices de su sabor, uno de cada vez!

¿Dónde más puedo adaptar mis hábitos diarios? 

  • Evita colores fuertes – como el rojo, no solo en las ropas, si no también en los alimentos, como el tomate, salvo alguna vez que esté muy jugoso y dulce.
  • Evita situaciones de estrés, por ejemplo ir a aquél bar con mucha gente apretada hablando súper alto, cuando no te apetece nada.
  • Hazte menos – crea espacio en la agenda para cuidarte, baja la velocidad – observa el camino. Date un auto-masaje que sea suave, firme y fluido, con aceite de coco y  un par de gotitas de aceite esencial de rosa, sobretodo en los pies y en las manos; en la cabeza, cara y cuello. El auto-masaje es beneficioso en cualquiera estación, para cada una sus protocolos. En verano nos calma, nutre y protege la varias capas de la piel, nos hace conectar con nosotras mismas y ayudar nuestro cuerpo eliminar impurezas creadas por nuestro día-a-día. Canalizando la verdadera fuerza femenina, en forma de vitalidad y brillo.
  • Despiértate pronto – existe una serie de opciones que puedes elegir, va por los que te sientan mejor.
  • Sesión de yoga suave o restaurativa; 5 a 10 minutos de alguna práctica que te calme – meditación, agradecimientos, oración; respiración completa; estar en la naturaleza – observar el canto de los pájaros, sentir el olor del bosque; incluso algún app que utilizáis. Hoy en día tenemos el privilegio de un abanico con infinitas modalidades, donde podemos elegir lo que nos sienta mejor.

Cada uno de nosotros somos un universo con su lenguaje personal. 
Podemos elegir lo que más resuene con nosotros en nuestro interior. 
¿Soy capaz de permitirme una vez al día, parar un momento a escucharme? Hazte la pregunta. 

  • Camina de espacio, come de espacio, habla de espacio. Observa tus acciones y cual es la energía que está presente en ellas.
  • ¿Es de prisa, como cuando que vas corriendo y pierde el aire, empieza a sudar, la cara se pone roja, entonces sigue la inquietud, la incomodidad, dando paso a la ansiedad, la rabia o la frustración? 
  • ¿O es pausada, sintiendo la respiración, el aire que entra profundo y vas siendo liberado de espacio, con atención?

Con algunas adaptaciones en nuestros hábitos diarios, podemos seguramente canalizar esta energía a lograr algo altamente positivo, significativo e enriquecedor en nuestras vidas – asumiendo el papel del director de nuestro cuento.  Afectando de una manera saludable a las personas de nuestro entorno. Empecemos a sentirnos confortables el la silla de nuestro role en la corresponsabilidad.

Estemos presentes, en el aquí y el ahora. Estamos todos caminando juntos, como en todo camino hay risas, llanto, entrabes o dificultades, aun así el estar presente en el camino es lo que nos hace vivenciar la belleza de la vida.

Una característica fuerte de las personas de calidad fuego es que somos muy juiciosas, así que nos resulta fácil auto-criticar y imponernos metas as veces más allá pero mucho más allá, que aun así la vamos a buscar, lo duro que sea.

Así que vamos empezar con un paso de cada vez, paremos para observar el canto de los pájaros, sin perder la mirada hacia donde sentimos que nuestra voz interior desea llegar.

Estos hábitos y algunos otros más, son poderosas herramientas que sirven para asistirme en mi camino, permitiéndolo que sea más fluido y dulce.

Muchas gracias por acompañarnos.